Esta novela soy muy yo, no solo porque los protagonistas de la trama principal se reflejen en mí en algunos aspectos, sino porque he sangrado cada palabra que hay en ella escrita. La soledad y el sufrimiento de Claire son tan palpables que alcanza al lector aún sin proponérselo.
Persiguiendo un sueño cuenta la vida de dos mujeres separadas por el tiempo y la distancia. Dos vidas cruzadas, la de Claire en la actualidad y la de Rachel a lo largo de treinta años; dos maneras muy diferentes de enfrentarse a la vida y un sueño inalcanzable para ambas.
Como el resto de mis novelas, todo en gira en torno a la búsqueda de la felicidad: Rachel quiere llenar el vacío que siente en su alma, John busca a Claire, Claire se busca a sí misma y Gabe no sabe que busca algo hasta que Claire se cruza en su camino. La infelicidad y lo vagos que somos para salir de ella es uno de mis temas recurrentes; nos gusta regodearnos en nuestra desgracia, las personas somos así y Claire, la mujer alrededor de la cual gira todo, no es diferente. Hasta que todo cambia.
Rachel es una mujer que ha sufrido lo peor que le puede pasar a una madre, pero su fuerza y valentía hacen que no se rinda jamás.
John ha estado esperando toda su vida el momento de cumplir una promesa y por fin, puede sentirse redimido.
Claire quiere salir de la burbuja de auto protección que le impide sentir dolor o felicidad, pero no sabe cómo hacerlo.
Gabe está harto de estar pendiente de las necesidades de los demás dejando de lado las suyas propias y, por primera vez en su vida, quiere ser egoísta y tomar aquello que desea sin pensar en las consecuencias.
Todos éstos personajes se cruzan inevitablemente a lo largo de la historia. Una novela llena de sueños, esperanzas y sobre todo mucho amor.
Ficha del libro
Me llamo Claire. Me han pedido que hable de mí misma pero no sé muy bien qué decir. No se me da demasiado bien la gente ni abrirme a los demás. Soy muy celosa de mi intimidad, tanto que no dejo que nadie se me acerque, algo que mis amigas no dejan de recriminarme, claro que ellas no entienden mi necesidad de estar sola. Debo confesar que esa soledad a veces me abruma de tal manera que me ahoga, sobre todo, desde que mi último pariente ha muerto. Tengo la sensación que, desde ese momento, todo mi mundo se tambalea y está fuera de su sitio y yo necesito orden y control para no desmoronarme. Estoy cansada de sufrir, de tomar decisiones equivocadas y por primera vez en mi vida voy a intentar cumplir mis sueños. Voy a intentar encontrarme a mí misma o, al menos, recobrar la ilusión perdida. Me voy a Escocia.
Todo el mundo me llama Gabe y no entiendo como me he dejado embaucar de nuevo para hacer algo que no me apetece. Sí, digo de nuevo porque el imbécil de mi hermano me convenció para ir a Escocia y todavía me estoy preguntando cómo pude aceptar semejante proposición. Tal vez si Audrey no se hubiera ido o yo no hubiera estado tan cansado y hastiado de todo, de intentar abarcar más de lo que puedo, me habría negado. Y ahora estoy en Edimburgo, metido en el ascensor de un hotel y mirando la fotografía de la mujer a la que debo vigilar en la distancia. Debo admitir que estoy intrigado, ella parece tan lejana y triste que no dejo de preguntarme cómo será, si en persona resultará tan bella e inalcanzable como parece en la foto. Levanto la vista un momento y veo alguien correr hacia el cubículo en el que estoy, interpongo la mano para evitar que las puertas se cierren y me quedo petrificado. Es ella. Claire. La mujer de la foto y… creo que acaba de atravesarme un rayo.
Muchas gracias por hacerme un hueco en vuestra casa!:D
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