Si os hablamos de María José Losada quizás muchas personas no la conozcáis, pero si os gusta la romántica seguro que habéis disfrutado de su trabajo.
Es traductora de novela romántica en todos sus subgéneros. Ha traducido a autoras tan conocidas como Pamela Clare, Shayla Black, Susan Elizabeth Phillips o Lisa Kleypas.
Gran lectora de romántica cree que lo más importante a la hora de conseguir una buena traducción es interpretar lo que el autor quiere expresar, sin olvidar el estilo original. Y que no te des cuenta de que estás leyendo una traducción.
En su web podéis encontrar información sobre sus traducciones en forma de fichas. Además de los datos bibliográficos podéis disfrutar del primer capítulo de los libros y leer una impresión personal de lo que supuso traducir cada novela.
Esta es su web:
Además, ha creado un blog con algunas amigas, la mayoría de ellas escritoras de novelas románticas. Se llama Pecados Capitales.
Háblanos
un poco sobre ti:
—¿Lees
desde tu niñez?
Desde que pude juntar las letras y entender el significado
de las palabras.
—¿Nos
podrías contar algún recuerdo o anécdota de tu infancia relacionada con los
libros?
En realidad la anécdota no es de mi infancia, sino de un poco después. Lo cierto es que
siempre he leído, como decía mi madre, hasta la composición del colacao… salvo en
una época concreta de mi vida. No os lo vais a creer, pero durante los nueve meses que
estuve embarazada prácticamente dejé de leer. De beberme 5 libros a la semana,
pasé a una época de sequía que se redujo a tres libros en todo el embarazo. Y
uno de ellos es para quemarlo… así que no cuenta. Por si alguien lo leyó y está
de acuerdo conmigo, se trató de Tres
deseos, de Barbara Delinsky, ¡qué llorera, por Dios!
—¿Cómo
descubriste la novela romántica?
Como dije un día en una de las entradas que escribí en Pecados Capitales,
uno de los primeros autores que seguí compulsivamente fue Zane Grey; me
rechiflaban sus novelas de vaqueros en las que siempre había una historia de
amor. Poco a poco leí todas las que pude conseguir y, cuando no quedó ninguna,
comencé a comprar libros de la sección romántica del Círculo de Lectores con
argumentos tipo western con la esperanza de que fueran similares. Uno de ellos
fue Corazón Indómito de Johanna
Lindsey , y me enamoré de ese tipo de historias. Desde entonces, no he dejado
de leer novela romántica.
—¿Cómo
es tu día a día?
Imagino que todo lo normal que puede ser el día a día de una
madre trabajadora, jajaja. No es necesario que os aburra con lo difícil que resulta
hacer encajar el trabajo con los horarios de los niños y sus actividades, con
las comidas, las cenas, el gimnasio, los amigos, los padres, los hermanos y
demás.
—¿Te
dedicas a tiempo completo al mundo de la traducción?Ahora mismo casi prácticamente.También trabajo como lectora para algunas editoriales,
haciendo informes de lectura o buscando nuevas autoras y novelas que podrían
llegar a publicarse en nuestro país.
—¿Cuáles
son tus autores favoritos? ¿Género preferido como lectora?
Casi todo el mundo que me conoce sabe que mi autora favorita es SEP,
Susan Elizabeth Phillips, pero hay otras muchas que me gustan muchísimo como
pueden ser Lisa Kleypas, Jennifer Ashley, Sarah MacLean, Pamela Clare, Sherry
Thomas… (podría seguir hasta el infinito). Mi género favorito es la romántica, of
course, y dentro de ella, el contemporáneo y el histórico.
—¿Cuál
es tu libro romántico favorito?
¿Solo uno? ¿Es una broma? Creo que no podría decir solo uno
porque debo tener unos cincuenta pugnando por ese lugar.Uno podría ser Tenías
que ser tú, otro Forastera, La locura de lord Ian Mackenzie, Amante despierto, Acuerdos privados, Abandonada
a tus caricias, Sedúceme al amanecer,
El corazón de una Bridgerton… Creo que podría cubrir esta página sin
haberlos dicho todos.
Hablemos
de tu trabajo como traductora:
—¿Por
qué decidiste traducir romántica? ¿Has traducido o te gustaría traducir otros
géneros?
Traduzco romántica porque me encanta la novela romántica. He
traducido también algunas novelas del género erótico propiamente dicho como Los noventa días de Genevieve. De todas
maneras, hay novelas consideradas románticas como pueden ser las de Shannon
McKenna que son thrillers puros. No me importaría traducir novela negra, o histórica, aunque
creo que lo pasaría francamente mal si tuviera que pasar un mes y pico
conviviendo con un libro de terror o ciencia ficción, son dos géneros que me
espantan.
—¿En qué momento del día
trabajas? ¿Cómo
te organizas?
Lo cierto es que reparto el trabajo a lo largo del día,
adaptándome también al horario de mi hijo y a las tareas domésticas y/o recados
que tenga que hacer. Lo primero que acostumbro a hacer por la mañana es releer el
capítulo que traduje el día anterior, y a continuación me pongo con el que me
he impuesto para ese día. Suelo trabajar con objetivos diarios porque siempre tengo
fechas de entrega fijas. Puedo jactarme de que, hasta ahora (toco madera),
nunca he entregado tarde una traducción. Como todo el mundo, hay días que me concentro mejor y acabo
la tarea antes de comer, y otros que no me queda más remedio que seguir un poco
más. Cuando termino lo previsto, suelo desconectar un rato y hasta la noche no
vuelvo a retomar la traducción. Suelo corregir lo que he hecho en el día antes de
irme a la cama.
—¿Te
ayudas de otras personas para buscar información o todo el trabajo lo haces tú
sola? (Ejemplo, buscar las equivalencias en el mundo BDSM)
La traducción la realizo yo sola, eso implica que si hay
algo que desconozco en una novela que estoy traduciendo, soy la que tengo que
investigar al respecto. Y bueno, confieso que me he enterado de muchas cosas
que desconocía gracias a las novelas románticas.Ya que mencionas el mundo BDSM, ahora tan de moda, recuerdo
haber flipado mucho cuando traduje Dominada
por el deseo, el primer libro que me encargaron de Shayla Black. Era la
primera vez que me asomaba al mundo de la D/s y estaba ojiplática. Si alguien
hubiera revisado el historial del navegador de mi ordenador en ese momento se
hubiera quedado a cuadros, pensando que era una ninfómana o algo así: pinzas
para pezones, consoladores, sexo vainilla… un sinfín de situaciones nuevas para
mí.
—¿Cuánto tiempo aproximadamente tardas en traducir una
novela?
Una novela de longitud
media, unas 90000 palabras, suelo tardar en torno a cinco o seis semanas a las
que debo añadir unos diez días más para la revisión final. Aunque durante estos
diez días finales ya suelo empezar también a tomar contacto con la siguiente
traducción.
—¿Qué escena dirías que ha
sido más difícil traducir y por qué?
La
escena que más me costó traducir fue una que aparece en el libro En las redes del placer, de Shayla Black. Creo que está en el
capítulo trece —sí, no apto para supersticiosos— . Lo cierto es que era una
escena de sexo, precisamente de dominación, que me resultó especialmente
desagradable y me agobié mucho. No es que estuviera mal escrita por la autora,
es que me sentó mal en ese momento; mmm, quizá debería releerla.
—¿Qué subgénero romántico te
llena más traducir? ¿Cuál te resulta más fácil?
Me encanta
traducir histórica y contemporánea. La histórica porque es el género que quizá
me llena más y la contemporánea porque me divierto especialmente buscando los
matices exactos de los diálogos; no os hacéis una idea de lo satisfactorio que
resulta encontrar las palabras perfectas cuando se trabaja con un fragmento
especialmente difícil. Es más fácil, traducir histórica porque hay menos slang (jerga coloquial e informal del
inglés) y los términos son más neutros. Como curiosidad
diré que la autora que más complicada me ha resultado es Shannon McKenna
precisamente por el uso que hace del slang.
—A la
hora de trabajar, ¿hay alguna diferencia entre traducir directamente para una
autora o hacerlo para una editorial?
Lo cierto es que no. Tengo la suerte de que ninguna de las
dos se mete en mi quehacer diario. En el caso de traducir para la autora hay
una ventaja, que si algo no me cuadra siempre puedo preguntarle :-).
—¿En
qué consiste eso del “Scout literario”?
Ser scout es ser un buscador. Un scout literario debe estar
al tanto de lo que se publica en otros mercados, en mi caso el anglosajón y
americano, leerlo, y recomendar a la editorial que me haya contratado aquellos
libros que pienso que pueden funcionar en el mercado español.
—¿Alguna
escritora que nos estemos perdiendo si leemos sólo en español?
Ahora mismo algunas, sí, pero no puedo decirlas. Espero que
alguna de ellas se publique, vamos a cruzar los dedos a ver si hay suerte porque
hay un par que son realmente buenas.
—¿En
qué traducciones estás trabajando?
En este momento estoy corrigiendo el segundo libro de la
saga Las reglas de los Canallas de
Sarah MacLean, que se publicará en noviembre con el título Amor con amor se paga bajo el sello romántico de Versátil.Y ya estoy con el tercero de la saga Chicos malos, de M. Leighton, la apuesta de Phoebe para el
otoño-invierno que creo que se publicará en febrero de 2015.
—¿Nos
puedes adelantar algo?
No sé si debo, pero hay una saga que se comenzó a publicar
en junio que seguiré traduciendo en breve… ;-) A ver si la adivináis…
Danos
tu opinión:
En el
blog en el que colaboras, Pecados capitales, podemos leer lo que opinas sobre
muchos temas relacionados con la romántica una vez a la semana, pero vamos a
pedirte que compartas algunas con los seguidores de LecturAdictiva.
—Cuando
se habla de la piratería se suele pensar en los autores y autoras, ¿cómo te
afecta como traductora?
Me afecta de una manera bastante curiosa. Una de las formas
menos conocidas del pirateo para el gran público son las fantradus o traducciones de fans. Como indica el nombre, son
traducciones hechas y subidas a internet por aficionados forofos de una
determinada autora antes de que los derechos de una novela sean adquiridos por
una editorial. Cuando esto ocurre, se da la paradoja que la traducción que
se puede descargar de un libro a través de internet es esa, incluso después de
que una editorial haya decidido publicarlo. Esto me afecta porque lo que hacen
muchos de los blogs y webs de descargas existentes es añadir la portada oficial
en español a esa copia pirata, poner nombre del traductor (en este caso el mío)
y ofrecerla para descargar. Con esto lo que ocurre es que muchas veces la copia que
llega a los lectores y que estos consideran oficial, no lo es. Y si es muy mala
—y a veces son horribles— acaba siendo mi nombre el que se relaciona con ese
subproducto. He escrito un par de entradas al respecto en Pecados
Capitales, dejo los enlaces:
http://7pecados-capitales.blogspot.com.es/2014/06/las-nada-envidiables-fantradus.html
http://7pecados-capitales.blogspot.com.es/2013/10/quieres-exigir-pues-paga.html
—Si una
editorial deja una serie a medias, ¿qué te parecería que se terminara con una fantradu?
Aunque puede haber fantradus
que aparentemente estén bien traducidas, no soy de esa opinión por varias
razones. Una de ellas es que las fantradus
suelen ser traducidas por varias personas y luego se juntan las partes, como si
fuera un puzle. Es por eso que muchos detalles que las autoras cuidan en su
idioma original se pierden en estas traducciones ilegales. Una de las labores
del traductor es dar coherencia, consistencia e hilar todo el conjunto y
encontrar el tono apropiado para cada autor. En una ocasión, alguien me dijo
que traducir un libro era como reescribirlo, y realmente razón no le falta.
Esta parte esencial y fundamental de mi trabajo se pierde en estas versiones
piratas.
—Hablabas
de las mutilaciones o censuras que se comenten con algunas novelas en las
traducciones al español, ¿crees que podría estar justificado en alguna ocasión?
¿Te lo han pedido?Mi opinión es que no. Nunca está justificado mutilar un
libro. Cuando se hace se roba una parte de la historia, nos privan de datos que
el autor de la novela consideró necesario transmitir al lector y que de esta
manera se están perdiendo.Y lo cierto es que no me lo han pedido nunca, de hecho, en
los contratos que me han hecho hasta el momento aparece que me debo «ajustar
fielmente al original en inglés».
—Como
fan de la saga Outlander (Forastera) y de Jamie, ¿estás siguiendo la serie de
televisión? Si es así, ¿qué te está pareciendo?
La sigo de cerca, jajaja… muy de cerca. Digamos que llevo
los capítulos al día. Reconozco que Sam Heughan me parece un Jamie perfecto y que
Claire me va convenciendo día a día, porque físicamente difiere bastante de
cómo yo la había imaginado. La ambientación es prodigiosa y también me está gustando
mucho cómo van adaptando los guiones. Debo hacer una mención especial a Tobías Menzies, que lo
borda como Jack Randall… ¡Resulta especialmente odioso!
Desde LecturAdictiva queremos dar las gracias a Mariajo por esta entrevista.