domingo, 10 de diciembre de 2017

El rincón del escritor: Olalla Pons nos presenta Río Bravo, más allá del perdón

No es fácil el perdón cuando hay miedo y mentiras de por medio.
Maggie Landon no es perfecta. Su corazón está lleno de odio, de rencor y de inseguridad. Por eso cuando regresa a la reserva india de Pine Ridge, en Dakota del Sur, para pasar el verano junto a Lisa, su madrastra, se verá obligada a enfrentarse a la persona que más detesta por encima de todas las cosas: Ethan Greywolf, el causante de la desgracia que ha destrozado a la familia.
Tras cumplir una condena de diez años, Ethan lo ha perdido todo. Se siente atormentado por la culpa y cree ser el responsable de la infelicidad de quienes le rodean. Además, tendrá que enfrentarse al reto más difícil de su vida: recuperar a la única mujer que ha amado, Maggie, quien no está dispuesta a escucharle.


Sin embargo, esa joven tiene algo especial; es auténtica y tan valiente que es capaz de enfrentarse sola a las aguas de un río bravo. 



Ficha del libro



Los personajes nos hablan de la novela:


Mi nombre es Ethan Greywolf y pertenezco al pueblo Lakota, de la tribu de los Oglala, también conocidos como indios Sioux.
Vivo en Pine Ridge, una reserva india en el estado de Dakota del Sur y soy un orgulloso defensor de mi cultura ancestral. Mi antepasado fue un gran guerrero llamado Lobo Gris, que participó junto al gran Caballo Loco en la épica batalla de Little Big Horn, cuando mi pueblo venció al Séptimo de Caballería, liderado por el general Custer.
Podría decir que mi cultura, mis antepasados y mi experiencia personal me han convertido en un anti-sistema que lucha por los derechos de mi nación.
Soy un ex-convicto, he pasado diez años en la cárcel por homicidio y tengo un gran problema: sigo enamorado de Maggie, una mujer maravillosa que me odia por encima de todas las cosas.

***

Soy Maggie Landon y he vivido en Nueva York los últimos diez años de mi vida, aunque pasé mi infancia en Pine Ridge. Acabo de terminar la carrera de derecho, y este verano me veo obligada a pasar el verano, pues Lisa Greywolf, mi madrastra, padece una grave enfermedad y debo pasar junto a ella los últimos momentos de su vida.
Aunque mi estancia en la gran manzana me ha convertido en una mujer cosmopolita y algo snob, me encanta practicar deporte al aire libre, especialmente el  runing. Me gustan mucho los caballos, vestir bien y, aunque echo de menos a mi antigua familia de Pine Ridge, siento una gran  reticencia a regresar, pues me trae muy malos recuerdos. 
Odio profundamente a Ethan, él destrozó mi vida y no estoy dispuesta a reconocer que sigo enamorada de él.

Una escena para abrir el apetito:

Por poco se desmaya al descubrir en aquella silueta la forma de un auténtico indio de las praderas. Tampoco era tan improbable, teniendo en cuenta el lugar donde se encontraba; aun así, tuvo la impresión de haber viajado en el tiempo hasta el día en que los lakota dominaban la pradera. En un primer momento no distinguió sus rasgos, pero era grande, de pecho amplio, hombros poderosos y alto, muy alto. Iba desnudo de cintura para arriba, y una súbita ráfaga de viento le sacudió la larga cabellera. Como una estúpida se quedó mirándolo con cara de boba hasta que una voz conocida la devolvió a la realidad.
 Una realidad que detestaba tanto como al dueño de aquel cuerpo salvaje.
—¿Maggie? ¿Eres tú?
Al verse descubierta y comprobar, horrorizada, que quien estaba allí no era otro que Ethan, se puso en pie, impulsada por un resorte imaginario y empezó a correr en dirección a Pine Ridge.
—¡Maggie, espera!
La joven cerró los puños con rabia. Por mucho y muy rápido que avanzara, Ethan iba a alcanzarla igual. Se detuvo y se dio la vuelta muy lentamente
—¿Qué quieres? —masculló a la vez que clavaba los ojos verdes sobre la oscura mirada de Ethan.
—¿Qué haces aquí a estas horas? 
Su voz no sonó a reproche, sino preocupada, lo cual la cabreó todavía más.
—¿Y a ti qué te importa?
—¿Estás loca? —la miró, indignado—. ¡Claro que me importa! Es peligroso, Maggie.
—Deja de preocuparte por mí, ¿quieres? ¡Me aburres!
Él negó con la cabeza y se fue acercando a ella, poco a poco.
—¿Sabes qué puede pasarle a una chica como tú, que merodea sola, y a altas horas de la noche por la reserva? No serías la primera ni la última joven violada en Pine Ridge; ni las autoridades harían algo por ti en caso de que salieras con vida.
Maggie lo miró, altiva.
—No necesito tu protección, es más: la detesto. 
—Aun así, no puedes pedirme que deje de preocuparme por ti. Eres mi familia.
—¿Familia? —lo miró, indignada—. Te odio, Ethan. Ni te soporto ni te quiero cerca de mí. Cada vez que te veo, me obligas a ser una mala persona; hazme un favor y háztelo a ti también: déjame en paz y dejarás de sufrir. 

Desde LecturAdictiva damos las gracias a Olalla Pons por la presentación.


1 comentario:

  1. Hola!!!
    Una novedad super tentadora ,la tendré presente entre mis prioridades, gracias

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