domingo, 29 de noviembre de 2015

El rincón del escritor: Elizabeth Da Silva nos presenta Más que juegos


Más que juegos nació del libro de relatos Los Juegos de Charles y Elisa. Muchos de los lectores me pidieron que escribiera la historia de esos personajes, que querían conocerlos y saber qué pasaría con esa relación que había nacido por pura química sexual. 
Fue así como un día vino a mi mente el título y después me puse a pensar cuál sería el momento idóneo para empezar esa historia. Debo confesar que no ha sido fácil, porque no quería una novela llena de escenas de sexo sin argumento ni sentido, por esa razón preferí hacer una historia corta, pero a la vez intensa. 

Aquí os dejo la sinopsis:
En los juegos eróticos de Charles y Elisa, nos adentramos en su universo privado, donde nos permitieron vivir, junto a ellos, sus fantasías sexuales y sus juegos íntimos. Ahora nos contarán su historia. Después de un año de intenso placer y disfrute de los sentidos, ambos siguen sintiendo una pasión irrefrenable; unida, también, a una confianza absoluta el uno por el otro.
El amor se sumará a esa ecuación, llegando a sus vidas y complementando una atracción explosiva. Pero la maldad de terceras personas intentará destruir la confianza que se tienen, dañando un sentimiento frágil que ninguno de los dos quiere aceptar.
¿Lograrán separarlos o ese sentimiento llamado amor será más fuerte?

Ficha del libro



Los personajes nos hablan de la novela:


Charles Evans, 34 años, trabajo en una agencia de publicidad, vivo en Londres, muy cerca de Hyde Park. Comparto piso con un amigo de correrías. 

Sobre Elisa podría hablar durante horas, es una mujer fascinante. Es entregada y apasionada. En su sencillez hay algo que me atrae, no sabría explicarlo. Pero puedo destacar que me encanta su sonrisa y adoro su espalda, me fascina. Podría estar horas acariciando y besando esa parte de su cuerpo. Los que hayáis leído el libro de relatos sabréis como nos conocimos. Fue una noche en una discoteca, podría decir que fui casi obligado por un amigo. No era mi mejor momento en cuanto a mujeres, hacía poco que mi prometida me había dejado y mi orgullo masculino estaba muy tocado. Nunca podré olvidar cuando estaba mirando la pista de baile y quedé atrapado por el movimiento más sensual de caderas que había visto en mi vida. Desde ese momento no pude apartar la vista de Elisa.

Anécdota destacable fue cuando, después de llevar más de una semana sin vernos al estar yo de viaje de negocios, decidió comprar un billete y darme una sorpresa. Se presentó sin esperarla y sin ropa interior, y, encima, me pilló con otra… ¿Cómo acabo la cosa? Pues los tres en la cama, fue algo inolvidable. Si queréis saber lo que ocurrió lo encontraréis en el libro de relatos. Jajajaja, se que a muchas no le gustó ese en concreto…, más de una me puso a parir, seguramente.

***

Elisa Clarke, 30 años, trabajo como agente de viajes y me he mudado recientemente a Notting Hill.

Charles es un hombre que jamás pasa desapercibido, alto, varonil, podría ser un modelo de pasarela, su rostro no es hermoso, es atractivo y esa perilla que tiene me enloquece. Le gusta vestirse de manera informal, es un hombre muy intenso, todo lo hace con pasión. Lo que más me gusta de él son sus ojos, oscuros como una noche sin luna…, misteriosos, parecen esconder miles de secretos, pero lo que me derrite es su manera de mirarme, siento que me posee solo con su mirada. Un aspecto negativo, es lo despistado que es; olvida detalles que para mí son importantes. 

Con Charles he vivido miles de situaciones, gracias a él he descubierto mi sexualidad, mis gustos y mis límites. Además, él me concedió una de mis más intimas fantasías, la de vivir la experiencia de hacerlo con una mujer… fue un momento explosivo…, compartirlo con él, verlo disfrutar de mi placer. Si no habéis leído nuestro libro de fantasías, os invito a hacerlo, allí podréis leer esa experiencia.


Una escena que abra el apetito:

Esta historia, como ya comenté es una novela corta, pero intensa, por lo trepidante de las situaciones… Aquí comparto un trozo de una escena que espero os deje con ganas de más…


Con los ojos cerrados, sentía los dedos de Charles acariciando con mucha lentitud su espalda. Estaba agotada aunque satisfecha, muy relajada después de ese apasionado encuentro que habían compartido. Aún notaba cómo su vagina se contraía de placer, se sentía insaciable cuando estaba con él.
―Me encanta tu espalda, tan suave y sensible a mi toque ―susurró en su oído derecho―. No me canso de follarte, de desear perderme entre tus piernas, de probar cada rincón de tu cuerpo.
Ella jadeó de placer al escucharlo susurrarle esas palabras, sabía cómo encender su deseo. Charles se tumbó encima de su espalda, cubriéndola por completo. Sus pieles compartían el calor que producían al estar en contacto. Elisa disfrutaba de la aspereza del fino vello que la rozaba. Se removió, excitada, debajo él, incitándolo a moverse.
―Muévete…, por favor, no me dejes así.
―¿Cómo? ¿Con ganas de mi polla?―indagó, metiendo su mano derecha entre el colchón y las caderas de Elisa para llegar a su sexo―. Estás muy húmeda… ¿Me tienes ganas, preciosa?
―Sabes que sí. Me estas torturando…, encima de mí y sin hacer nada.
―La paciencia es una virtud, y la estimulación del placer, junto con la contención, te llevará a cotas de éxtasis que no has conocido aún.
―¡Oh, Dios mío! ―jadeó al sentir cómo su miembro se movía entre la hendidura de sus nalgas.
Charles quería llevarla al extremo del delirio; con Elisa no había contención, no existía el tabú, el no puedo…, con ella era todo.


Desde LecturAdictiva damos las gracias a Elizabeth Da Silva por la presentación.

1 comentario:

  1. ¡¡Gracias Tamara!! Espero que se animen los lectores a conocer a Charles y Elisa

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