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El conjuro, Mariah Evans
Editorial: Kiwi /14 noviembre 2016 ISBN: 9788416384549 Papel: 17,90€ Páginas: 384
Género: Contemporáneo
Serie: Independiente
Siglo XXI
Anaís, británica y lectora empedernida de novela romántica, acaba de dejar su relación con Jacob por una infidelidad de este. Para animarla, su amiga Jane la lleva una noche de fiesta. Ya con unas copas de más, acaban en un tarot haciendo un conjuro de amor para Anaís, a fin de atraer a su alma gemela.
Siglo XVIII
Neilan es un escocés que huye de los casacas rojas tras sobrevivir a la batalla de Inverness. En su huida cae de su caballo, agotado, y encuentra a una misteriosa mujer que le ofrece un cambio de vida. Desesperado, bebe de una mágica poción sin saber que va a despertar en el siglo XXI, en el jardín de Anaís, aturdido y confuso.
El primer encuentro entre ambos será caótico. ¿Quién no saldría huyendo si se encontrase a un escocés armado con una espada?
Tras los primeros malentendidos comprenden lo que ha sucedido. Neilan permanecerá 27 días en nuestra época, mientras duren los efectos del conjuro, y la convivencia con una chica del siglo XXI no será tarea fácil. Con todo, juntos emprenderán un viaje que cambiará sus vidas, dándose cuenta de que están hechos el uno para el otro y conscientes de que su tiempo juntos se agota.
¿Qué pasará una vez que la magia del conjuro se disipe? ¿Logrará el amor traspasar las barreras del tiempo?
No me decidía a comprarla porque estoy harta de que en los viajes en el tiempo (da igual si se viaja al pasado o viajan a la actualidad), sea ella la de la época moderna y él de la más antigua. Hace poco estaba en oferta, así que me animé a leerla.
Hay novelas que te llaman la atención por su portada, y esta ha sido una ellas. Tengo que quejarme porque los colores del tartán de la portada no se corresponden con los del protagonista. Seguramente la composición haya quedado más bonita, pero es que es algo que me molesta siempre. Como cuando te plantan un maromo rubio en la portada y el protagonista tiene el pelo azabache. Y después de esta pataleta tonta, vamos a empezar con la novela en sí.
Anaís ha sufrido un desengaño amoroso y en una noche de juerga con su amiga Jane (una liante de mucho cuidado, pero un gran apoyo siempre) acaban en la tienda de Rosilyn haciendo un conjuro. Y cuando ya casi se le ha pasado la borrachera se encuentra con Neilan, vestido y armado como el guerrero jacobita que es, tirado en el jardín de su casa. Y aquí empiezan 28 días de convivencia en la que Neilan y Anaís se replantearan muchas cosas. No puedo contar mucho más, que hay que ir viendo como evoluciona todo.
Los personajes me han encantado. Tanto los protagonistas como las dos locas que les acompañan; y Pluto te enamora. Anaís tiene un trabajo en el que se ha acomodado y la manera en la que lo ve Neilan hace que se pregunté si está trabajando en lo que le gusta. Y Neilan, descubre que puede volver a confiar en otra persona a pesar del desengaño que sufrió justo antes de viajar al presente. Muy espabilado me ha parecido Neilan y se adapta muy rápido al mundo actual, lo que da lugar a varios momentos cómicos.
Bueno, los compañeros y clientes del despacho de abogados no me han gustado; y tampoco como tratan el asunto de William, aunque esté justificado.
La relación entre los dos se va desarrollando desde la resignación, esperando que pase el tiempo y todo vuelva a su lugar, al amor verdadero. El punto de inflexión lo marcan unas vacaciones que pasan juntos. Tienen que adaptarse a sus diferentes formas de pensar, dejar de discutir y darse cuenta de que lo importa es lo que sienten el uno por el otro.
Tengo que decir que el final no me ha gustado. Está bien, es más o menos original para las novelas de viaje en el tiempo, pero no es lo que me esperaba. Quizás ese haya sido el problema; me imaginada tres finales distintos y cuando he leído el real no estaba abierta a esa posibilidad. Si lo analizo fríamente no es mal final, hasta se agradece un poco de frescura.
Es un libro entretenido y bien escrito, pero que no pasará a mi lista de imprescindibles. También he encontrado algunos fallos cuando hablaba del tiempo que les separaba, siendo unas veces 250 años y otras 300. Aún así, ha sido interesante descubrir a la autora y probablemente lea más novelas suyas.
Valoración: 6
Erendis
Marzo 2017
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