Un poco de amor, Andrew Grey
Editorial: Dreamspinner / 13 septiembre 2013 ISBN: 9781627983471781 Ebook: 6,36 € Páginas: 189
Género: Homoerótica
Serie: 3º Probando el amor
Si Peter Christopoulos ha aprendido algo de sus tres años en silla de ruedas, es que a la gente le cuesta ver más allá del armazón. Cuando le propone a Russ Baker salir con él tras darle un presupuesto de material para un nuevo restaurante griego, acaba decepcionado pero no sorprendido de que se negara.
Russ ha estado excusando a su novio abusivo durante tanto tiempo que ya es casi automático, pero, con algo de ayuda de sus amigos, consigue reunir el coraje para romper con él. Para su sorpresa, Peter todavía está interesado y, pronto, caen prendados el uno del otro con rapidez e intensidad. Pero entonces algo agita su mundo: Peter encuentra una vieja carta que le revela la existencia de una media hermana que nunca ha conocido y el pasado de Russ interfiere entre ellos cuando su ex deja claro que hará todo lo posible para recuperarlo.
Russ es el
cocinero del nuevo restaurante que piensa abrir Darryl, un joven trabajador,
callado, con mirada triste pero muy dulce, en sus manos está conseguir lo que
siempre ha soñado, convertirse en un gran cocinero y ahora tiene la
oportunidad, pero su alegría no es completa porque su cuerpo es la prueba de
que no todas las relaciones son buenas, algunas son enfermizas y sus moratones
y baja autoestima así lo demuestran, ¿ es posible enfrentarse a sus miedos o
mejor seguir viviendo una mentira?
Peter es un comercial del mundo de la hostelería, desde que sufrió un accidente de coche ha quedado postrado en una silla de ruedas, pero aunque en un principio no supo encajarlo ahora intenta superarse día a día, ser independiente, autosuficiente, aunque no sea fácil, su único problema es que la gente solo ve una silla de ruedas no al hombre que se mueve con ella, un hombre con sentimientos y deseos, y que tras ver una sola vez a Russ sabe que tiene delante al que puede ser el amor de su vida. ¿Podrá perforar la coraza que envuelve el corazón de Russ y salvarle de su dolor o él solo verá su silla al igual que los demás?
Es el tercer libro de la serie Probando el amor, una historia preciosa y dulce, muy tierna y romántica pero con el toque reivindicativo y duro al que nos tiene acostumbrados este autor, en este caso los malos tratos y como afectan a las víctimas y la incapacidad y la superación. Son temas duros pero tratados de una forma maravillosa sin caer en la vulgaridad y los detalles escabrosos pero que nos lleva a la conclusión de que siempre puede haber esperanza, que si una persona está dispuesta a luchar es posible superar todas las trabas que te pone la vida, y que hay que aprender de los errores para no volver a caer en ellos y que es posible salir del pozo de la autocompasión.
Una historia donde vemos que la amistad y el apoyo de la pareja o futura pareja te hacen más fuerte, la confianza, la lealtad, el amor, la amistad, y la familia son fundamentales para hacer frente a cualquier problema por muy grande que sea, un canto a la fuerza de voluntad y a la esperanza.
Los protagonistas me han gustado mucho, su dulzura, y su ternura nos llevan de la mano en una bonita historia de amor, muy romántica pero realista. Por otro lado siguen apareciendo los secundarios de anteriores entregas de la serie, que apoyan a Russ y a Peter a afrontar sus miedos, les tienden una mano para conseguir que tengan un futuro juntos, y puedan poner los cimientos de lo que puede ser el amor de su vida.
Una novela bonita y dulce, que quizás por ahora es la más floja o la que menos me ha gustado de las tres pero quizás porque la historia de Darryl y Sebastián habían puesto el listón muy alto, pero que desde luego me ha encantado y me ha hecho disfrutar a la vez que mi conciencia y mis sentimientos aprendían una gran lección.
Valoración: 8
Peter es un comercial del mundo de la hostelería, desde que sufrió un accidente de coche ha quedado postrado en una silla de ruedas, pero aunque en un principio no supo encajarlo ahora intenta superarse día a día, ser independiente, autosuficiente, aunque no sea fácil, su único problema es que la gente solo ve una silla de ruedas no al hombre que se mueve con ella, un hombre con sentimientos y deseos, y que tras ver una sola vez a Russ sabe que tiene delante al que puede ser el amor de su vida. ¿Podrá perforar la coraza que envuelve el corazón de Russ y salvarle de su dolor o él solo verá su silla al igual que los demás?
Es el tercer libro de la serie Probando el amor, una historia preciosa y dulce, muy tierna y romántica pero con el toque reivindicativo y duro al que nos tiene acostumbrados este autor, en este caso los malos tratos y como afectan a las víctimas y la incapacidad y la superación. Son temas duros pero tratados de una forma maravillosa sin caer en la vulgaridad y los detalles escabrosos pero que nos lleva a la conclusión de que siempre puede haber esperanza, que si una persona está dispuesta a luchar es posible superar todas las trabas que te pone la vida, y que hay que aprender de los errores para no volver a caer en ellos y que es posible salir del pozo de la autocompasión.
Una historia donde vemos que la amistad y el apoyo de la pareja o futura pareja te hacen más fuerte, la confianza, la lealtad, el amor, la amistad, y la familia son fundamentales para hacer frente a cualquier problema por muy grande que sea, un canto a la fuerza de voluntad y a la esperanza.
Los protagonistas me han gustado mucho, su dulzura, y su ternura nos llevan de la mano en una bonita historia de amor, muy romántica pero realista. Por otro lado siguen apareciendo los secundarios de anteriores entregas de la serie, que apoyan a Russ y a Peter a afrontar sus miedos, les tienden una mano para conseguir que tengan un futuro juntos, y puedan poner los cimientos de lo que puede ser el amor de su vida.
Una novela bonita y dulce, que quizás por ahora es la más floja o la que menos me ha gustado de las tres pero quizás porque la historia de Darryl y Sebastián habían puesto el listón muy alto, pero que desde luego me ha encantado y me ha hecho disfrutar a la vez que mi conciencia y mis sentimientos aprendían una gran lección.
Valoración: 8
Rosamoni
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