Un año y un día, Inglath Cooper
Editorial: Harlequin / marzo 2007 ISBN: 9788467146400 Papel: 3,79 € Páginas: 256
Genero: Contemporáneo
Serie: Independiente
Tenía la vida con la que soñaban la mayoría de las mujeres… o eso parecía
El marido de Audrey Colby, al que todo el mundo creía perfecto, era en realidad un monstruo y sus supuestos amigos de la alta sociedad no hacían más que protegerlo, a él y a sus oscuros secretos. La mansión en la que vivía sólo era una cárcel de oro para ella y para su hijo, Sammy. Tenía que escapar de allí. Sólo necesitaba que Nicholas Wakefield dejara de meterse en su vida.
El antiguo fiscal había visto cómo muchas mujeres sufrían la violencia y sabía que había cosas que nunca podría resolver, como el asesinato y violación de su hermana. Le había fallado. Pero no fallaría también a Audrey…
Audrey es la mujer a la que todas las otras mujeres
envidian, con un marido guapísimo y muy rico, siempre pendiente de ella,
rodeada de lujo y grandes eventos, pero no podían estar más equivocados, Audrey
vive el infierno más absoluto, humillada y maltratada por su marido, ya nada le
importa ojala todo terminara pronto, pero debe sobrevivir a todas y cada una de
las palizas de su marido porque hay algo más importante que su descanso aunque
sea en la otra vida y es su hijo Sammy. Por lo que cuando su marido le informa
que va a mandar al niño a un internado y los maltratos se intensifican toma una
gran decisión. ¿Lo conseguirá?
Nicholas Wakefield, ya se ha cansado de intentar cambiar el mundo y no sufrir nada más que decepciones, como fiscal ha intentado acabar con el mal, pero no es posible muchas veces la justicia no es justa, ahora va a dejar su puesto para entrar a trabajar como abogado para un famoso despacho, y allí es donde va a conocer a Audrey, y reconoce el magnetismo que hay cuando están juntos y sobre todo reconoce esa mirada de desesperación. Sus fantasmas le persiguen pero ahora ¿podrá enfrentarse a ellos?
La verdad es que es un libro que me ha enganchado desde la primera página, narrado de una forma que sientes en tu propia piel el miedo, la incertidumbre, la esperanza, la ilusión y el sentimiento de la protagonista en todo momento. Trata un tema para mi muy complicado pero de una forma tan especial que no cae en ningún momento en el detalle escabroso o en la violencia gratuita, al revés mediante insinuaciones y algún pequeño esbozo nos lo podemos imaginar pero de una forma que no cae en el mal gusto.
Tenemos en esta amalgama un cúmulo de sentimientos que saboreamos página a página, la ilusión del primer amor, el desengaño, el dolor ante su vida, la pena por no saber salir, pero también el sentimiento de una madre por su hijo y cómo debe salir adelante no por su bien sino por el bien del pequeño y si para eso se debe jugar la vida pues eso hará.
Desde un primer momento vemos cómo entre los protagonistas hay una chispa, quizás no sea física sino el sentir en otra persona la bondad que le rodea y él sentir la vulnerabilidad que habita en los ojos de Audrey. Un tema de total actualidad que hace que examines tu propia conciencia, que hagas fuerza intentando ayudar a nuestra protagonista.
Por otro lado, los días que pasan juntos, son preciosos llenos de ternura, momentos especiales llenos de cosas normales, un café, un paseo, y una mirada de comprensión, nada de joyas, coches caros, y riqueza solamente un sentimiento ... amor, aunque no todo se consigue enseguida, es posible que para aceptar el amor sea necesario previamente aceptarse uno mismo.
Una pequeña novela, que me ha hecho pensar, que me ha enganchado y me ha dejado desde luego una moraleja, siempre hay que luchar porque a veces luchando los sueños se consiguen.
Valoración: 8
Nicholas Wakefield, ya se ha cansado de intentar cambiar el mundo y no sufrir nada más que decepciones, como fiscal ha intentado acabar con el mal, pero no es posible muchas veces la justicia no es justa, ahora va a dejar su puesto para entrar a trabajar como abogado para un famoso despacho, y allí es donde va a conocer a Audrey, y reconoce el magnetismo que hay cuando están juntos y sobre todo reconoce esa mirada de desesperación. Sus fantasmas le persiguen pero ahora ¿podrá enfrentarse a ellos?
La verdad es que es un libro que me ha enganchado desde la primera página, narrado de una forma que sientes en tu propia piel el miedo, la incertidumbre, la esperanza, la ilusión y el sentimiento de la protagonista en todo momento. Trata un tema para mi muy complicado pero de una forma tan especial que no cae en ningún momento en el detalle escabroso o en la violencia gratuita, al revés mediante insinuaciones y algún pequeño esbozo nos lo podemos imaginar pero de una forma que no cae en el mal gusto.
Tenemos en esta amalgama un cúmulo de sentimientos que saboreamos página a página, la ilusión del primer amor, el desengaño, el dolor ante su vida, la pena por no saber salir, pero también el sentimiento de una madre por su hijo y cómo debe salir adelante no por su bien sino por el bien del pequeño y si para eso se debe jugar la vida pues eso hará.
Desde un primer momento vemos cómo entre los protagonistas hay una chispa, quizás no sea física sino el sentir en otra persona la bondad que le rodea y él sentir la vulnerabilidad que habita en los ojos de Audrey. Un tema de total actualidad que hace que examines tu propia conciencia, que hagas fuerza intentando ayudar a nuestra protagonista.
Por otro lado, los días que pasan juntos, son preciosos llenos de ternura, momentos especiales llenos de cosas normales, un café, un paseo, y una mirada de comprensión, nada de joyas, coches caros, y riqueza solamente un sentimiento ... amor, aunque no todo se consigue enseguida, es posible que para aceptar el amor sea necesario previamente aceptarse uno mismo.
Una pequeña novela, que me ha hecho pensar, que me ha enganchado y me ha dejado desde luego una moraleja, siempre hay que luchar porque a veces luchando los sueños se consiguen.
Valoración: 8
Rosamoni
0 comentarios:
Publicar un comentario