domingo, 22 de mayo de 2016

El rincón del escritor: Mar Vaquerizo nos presenta Mil luciérnagas en el jardín

Nora lleva cinco años sumida en una profunda depresión. Las fechas señaladas son las peores, y con la llegada de la Navidad, su vida vuelve a ser un infierno. Los recuerdos la atormentan y sólo desea encerrarse en sí misma.
En esta ocasión, sin embargo, su plan de esconderse del mundo se verá truncado por Jaime, su sobrino de cuatro años, cuando le pide que pase la Nochevieja con la familia.
Incapaz de defraudar al pequeño, Nora acepta ir a la fiesta, donde se encuentra con Luis, el hombre al que no ha podido olvidar a pesar del caos anímico en el que se encuentra.
¿Cómo reaccionarán al verse de nuevo? ¿Qué implicará ese reencuentro inesperado? ¿Conseguirá Nora luchar contra la enfermedad para recuperar su vida?
Sólo lo averiguarás leyendo Mil luciérnagas en el jardín, una novela de sentimientos que te calará muy hondo.





Ficha del libro






Los personajes nos hablan de la novela:

Soy Luis, arquitecto, treintañero y por fin he vuelto a mi ciudad, Madrid. 
Creo que nunca tuve ninguna posibilidad… Desde el primer momento en que la vi, he estado enamorado de Nora…
Nos conocimos en la Universidad gracias a mi mejor amigo, Diego. Él salía con su hermana mayor, Sara, y aunque estaba centrado en terminar la carrera para poder llevar a cabo todo lo que tenía programado para el futuro, me convenció para levantar la vista de los libros y salir aquella noche… 
No lo pude evitar… Ella era como la lluvia de otoño que cae suave, sin prisa, pero va mojando la tierra, calando hondo hasta que forma parte de ti sin darte cuenta.
Su vitalidad me arrastraba y yo me dejaba llevar feliz.
Siempre ha tenido claro lo que quería en la vida. No deseaba trabajar para nadie que no fuese ella misma y con las ideas asentadas, me demostraba que, con ilusión, fuerza y valentía, todo era posible…  
Hasta que dejó de serlo…
Es Nochevieja y estoy muy nervioso…
Solo deseo que la magia de la Navidad funcione.

***

Soy Nora, madrileña y me dedico a crear espacios comerciales y el diseño de escaparates.
No sé porque fui esa noche a la fiesta. Tenía que estudiar y me dolía la cabeza, pero la pesada de mi hermana me arrastró hasta la Universidad. 
Lo último que necesitaba era aguantar a los tortolitos, pero al final me convenció.
Entonces fue cuando descubrí que aquello que Sara me contaba era real, algo que podía sentir en cada palmo de mi piel aunque solo me rozaba  galante y preocupado porque me sintiera bien.
Luis hizo en un solo día, que me tuviese que tragar muchas de las palabras que le había dedicado a la pareja. 
Pero yo no había sentido así por otra persona antes…
Cuando me mostró lo que podía hacer con un papel en blanco, cómo plasmaba las casas de los sueños de la gente, los edificios que marcarían los skyline como el que a mí me tenía encandilada en Nueva York, supe que nunca habría nadie ni nada más importante que él… aunque no estuviésemos juntos…
No sé qué hago montada en el coche con un vestido de fiesta, sin apartar la vista de la puerta de Sara, dispuesta a celebrar Fin de Año… 
Si no fuera por Jaime, borraría la fecha del calendario… Demasiados recuerdos…

Saldré del coche con su regalo de Navidad antes de que me arrepienta…

Una escena para abrir el apetito:

“…Había dormido apenas cuatro horas en las últimas cuarenta y ocho. Su mente se dispersaba continuamente pensando en ella, con intensidad enfermiza en el último mes juntos, algo que no le había pasado antes. La única forma de lograr algo de provecho era acabar lo más rápido posible para poder estar con ella sin otros compromisos.
Nora sonrió sin saber qué más decir porque su mente le dictaba actos, no palabras.
Incapaz de permanecer quieta un segundo más, apagó el monitor del ordenador, se incorporó y se aproximó hasta él.
Habría jurado que estaba aguantando la respiración y apretando los dedos contra la madera… Sólo quería darle un beso de bienvenida. Algo sutil.
Se acercó entrando ligeramente en el hueco que había entre sus piernas, puso las manos sobre sus hombros y, sin darle tiempo a reaccionar, lo besó.
Luis le devolvió el beso con los nudillos blancos de la presión de sus manos contra el mueble. No quería parecer distante, pero era lo mejor hasta que salieran de allí.
Nora se apartó ligeramente para mirarlo.
—Siento este aspecto, pero no te esperaba —se disculpó mirándose a sí misma bajando la cabeza. Hacía una hora que había salido de la ducha y se había puesto lo primero que había encontrado en el armario, y sólo tuvo en cuenta que fuera ligero para soportar el calor. Sin maquillar, sin peinar.
Él negó sutilmente con la cabeza. No le hacía falta nada, era perfecta sin añadidos artificiales.
—Estás preciosa —susurró cogiéndola por la cintura para acercarla a él y poder besarla otra vez. Estaba ansioso por hacerlo desde que se separó de sus labios días atrás y había sido desesperante hasta decir basta.
Nora lo deseaba, deseaba sus labios, sus manos sobre la piel y su cuerpo pegado al suyo. Cuando sintió cómo su lengua exigía paso en su boca sin perder la delicadeza, se apretó contra él acompañando el movimiento con un gemido. Demasiado tiempo aguantando el deseo, demasiadas horas separados, demasiado calor.
Luis profundizó el beso. Sus manos impacientes acariciaban su tersa piel por debajo del vestido hasta que ella mordió ligeramente su labio inferior y la pasión lo desbordó.
Bajó sus manos hasta los muslos y, con fuerza, la elevó para que enredara las piernas en su cintura. Ella obedeció sin dejar de besarlo con la respiración agitada y la piel ardiendo.
Sentir su erección la dejó sin aliento. Llevaba días pensando en lanzarse de una vez si él no daba el paso, pero ése no era el momento. ¡Estaban en casa de sus padres! ¡Con ellos en el salón!
—Espera —consiguió pronunciar.
Ambos interrumpieron el beso dedicándose una mirada apasionada mientras recuperaban la respiración.
—Viene mamá —se oyó tras la puerta en un susurro.
Luis la soltó a regañadientes con cuidado, sin apartar la mirada de sus ojos encendidos. Ella se colocó el vestido y el pelo lo mejor que pudo y él se intentó acomodar dentro del pantalón lo máximo posible.
Regresaron corriendo a su posición inicial. Él apoyado en la cómoda, ella sentada en el escritorio.
La puerta se abrió.
—¿Todo bien por aquí?”

Desde LecturAdictiva damos las gracias a Mar Vaquerizo por la presentación.


7 comentarios:

  1. Si que abre el apetito ,si!! Me lo apunto para mi lista de lectura,gracias y bsss

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  2. Si que abre el apetito ,si!! Me lo apunto para mi lista de lectura,gracias y bsss

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  3. Sin dudas voy a leerlo. He leido todo las novelas de Mar y me han gustado mucho, y esta no va a ser menos. Ya me avisó la propia Mar que esta era muy distinta a las anteriores ya que no habria trama de acción como suele plasmar en sus libros, y simplemente por eso me hya picado mucho más a curiosidad por leerlo.
    El adelanto..... fantástico, para mi Mar es una escritora de 10/10, y le deseeo que tenga mucha suerte con esta novela.

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  4. Tiene una pinta estupenda. Esta caerá pronto.

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  5. Hola!
    He oído hablar mucho de esta novela,desde que vi la portada llamo mi atención.
    Nunca he leído nada de esta autora pero espero poder hacerlo pronto.
    Un beso :)

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  6. He visto varias reseñas o comentarios de esta novela y me apetece mucho leerla. Aunque no me toque, la incluyo en el listado de pendientes.
    Gracias

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  7. No he leido nada de esta escritora, pero si me la han recomendado en varias ocasiones. Este libro en concreto parece una buena elección para conocerla. Gracias por la presentación, despertó mi interés. Besos

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