domingo, 6 de diciembre de 2015

El rincón del escritor: Marian Rivas nos presenta El secreto de Evelyn

Soy Marian Rivas autora de novela histórica-romántica, un género que me apasiona y del que aprendo cada día. 

Es un placer para mi tener la oportunidad de presentaros esta novela en la que se desarrolla una historia muy humana, protagonizada por unos personajes a los que la ley les prohíbe que se amen y en la que se cuenta un extraordinario hecho real.

Os dejo la sinopsis de narración:
En una época  hostil, en la que el destino de las personas se decide por el color de la piel, surge el coraje y la esperanza a través de una esclava que desafiará las reglas y los convencionalismos de su tiempo, llevando a cabo una serie de propósitos que, de descubrirse, pondrían en grave peligro su vida. Su historia de amor prohibido con un hombre blanco y el gran secreto que esconde, revelarán que su existencia y la de los que la rodean se sostiene sobre frágiles columnas de cristal.

Amores, traiciones, miedo y perdón, se entremezclan en una historia apasionante a la sombra de una guerra en la que un país entero luchará sin tregua. ¿Podrá el amor vencer todos los obstáculos? ¿Seguirá Evelyn adelante, pese al riesgo que eso supone? ¿Será capaz Henry de salvarla? ¿Descubrirá su secreto? y si lo hiciera ¿Seguiría a su lado?

Ficha del libro



Los personajes nos hablan de la novela: 

Mi nombre es Henry y os saludo desde Carolina del Sur en Estados Unidos en el año 1859. Me considero un hombre justo, creo en la igualdad del ser humano y en que no existen diferencias por el mero hecho de tener el color de piel diferente. Acabo de llegar a la hacienda de la familia Broderick, una de las más prosperas del condado y en la que voy a trabajar como capataz. Siempre procuro que los sentimientos no interfieran en mi vida profesional, pero esta vez me ha resultado imposible no posar mis ojos en ella. Esa dulce muchacha poseedora de una belleza sin igual, y que sin embargo se empeña en ir desaliñada para evitarse problemas, ha acabado por llamar mi atención. Sus ojos color miel y esa sonrisa que apenas asoma en su rostro me han cautivado desde el primer instante en que la vi. Pero eso no es lo único que me ha hecho darme cuenta de que es diferente a las demás; me desconcierta verla cada amanecer salir del almacén, siempre escondiendo bajos sus ropas algo que nunca consigo averiguar que es, y adoro su fuerza y tenacidad para enfrentarse a esa vida que le ha tocado vivir. No sé cuando ha pasado, pero le he entregado mi corazón sin darme cuenta y estoy irremediablemente enamorado de ella. Tengo un plan y espero poder llevarlo a cabo. 


***

Mi nombre es Evelyn soy una joven esclava en la hacienda de la familia Broderick. Nunca he esperado nada de la vida, trabajo duro y trato de pasar desapercibida entre los blancos. Pero hace unos días, dos acontecimientos han cambiado mi destino: la anciana de la familia me ha abierto a un mundo nuevo para mí en el que tengo acceso a cosas a las que nunca hubiera podido soñar, y luego esta él, el nuevo capataz: un hombre alto, fuerte, rubio, de ojos azules y que no es como el resto de hombres blancos con los que he tratado. Desde que le conocí estoy descubriendo emociones que nunca antes había sentido: me sonrojo cuando me sonríe y siento una extraña pero agradable sensación al tenerle cerca. Ha desconcertado a todos, no solo a mí, pues nos trata como a personas. Y desde nuestro encuentro aquella mañana, me he enamorado de él. Adoro verle cada día, en cierto modo, me siento protegida por él, desde que está aquí ya no tengo miedo.
Creo que me ha visto salir varias veces del almacén y temo que descubra mi secreto, pero no puedo dejarlo, tengo que seguir adelante por mí y mis compañeros. 

Una escena que abra el apetito:


Carolina del Sur     1859
Hacienda de la familia Broderick
...Segura de que nadie se habría percatado de su pequeña aventura diaria, se apresuró a adentrarse en la casa cuando, para su sorpresa, al abrir la puerta alguien la empujaba desde dentro intentando realizar la misma acción, por lo que no pudo evitar chocar y con ello estar a punto de perder los papeles sustraídos y previamente escondidos bajo su vestido.
–¡Buenos días! ¡No sabía que eras tan madrugadora! –exclamó sonriente Henry.
A Evelyn le dio un vuelco el corazón. El hombre más apuesto de la plantación, por el que suspiraba cada noche antes de irse a dormir, al que miraba a través de los cristales de los aposentos de la señora cuando esta se encontraba enfrascada en un breve pero intenso sueño reparador, estaba junto a ella, sonriéndole.
–Sí, señor –respondió temerosa de que pudiera descubrir el rubor de sus mejillas encendidas ante su presencia, y como respuesta al tacto de sus manos sobre sus brazos–. ¿Necesita algo?
–No, muchas gracias. ¿Siempre eres tan diligente? –le preguntó Henry sin desdibujar la sonrisa de su cara y sosteniéndole la mirada con sus preciosos ojos azules.
–No, señor –dijo nerviosa.
–¿En serio? –exclamó asombrado–. ¡Nadie lo diría si te viera cada día!
Aquella afirmación la extrañó sobremanera, teniendo en cuenta que, desde que él estaba a cargo de todos los esclavos del campo de algodón, ella se ocupaba en exclusividad de la señora Catherine, por tanto, no comprendía que se hubiese fijado en si era buena desempeñando sus tareas o no.
–Sí, señor. Soy diligente, por supuesto, señor –respondió con voz temblorosa.
Por toda reacción, Henry soltó una sonora carcajada y la miró con tal dulzura que ella estuvo a punto de sucumbir ante tanta atención.
–¿En qué quedamos?, ¿sí o no?
–Sí, señor –contestó cada vez más nerviosa.
–Tú eres Evelyn, ¿verdad? –le preguntó, al tiempo que la soltaba para que la muchacha se recompusiera de su estado de nerviosismo, que no era producido precisamente por la causa que él creía.
–¿Me conoce, señor?–preguntó cada vez más compungida.
–Conozco a todos los trabajadores de esta hacienda, no solo a los que están directamente a mi cargo. ¡Es mi deber como capataz! –exclamó con contundencia.
Por un lado, ella deseaba que aquel instante se disipara lo más deprisa posible, pero su desbocado corazón latía indicando que deseaba todo lo contrario.
Su principal preocupación radicaba en que su secreto no fuera descubierto y las hojas de papel, que había tomado prestadas del granero, no se le cayeran del refajo de sus enaguas y fuese descubierta por aquel embriagador hombre.
–Bueno, dulce Evelyn, espero volver a verte para que tengamos una charla igual de productiva que esta. –Al decir esto, un rebelde mechón que se había escapado de su moño fue colocado con los demás por la firme mano de Henry. Solo unos pocos segundos, sus pieles se rozaron. La suavidad de su textura contrastaba con la aspereza de la piel de la esclava, que no tuvo fuerzas para sostenerle la mirada y la apartó en un intento de ocultar el rubor de sus mejillas; mientras su corazón latía a mil por hora, sus piernas le temblaban y el pelo de sus brazos se erizaba como si hubiera tenido contacto con un cubito de hielo.

–¡Buenos días, nuevamente, Evelyn! –dijo Henry antes de desaparecer de su vista... 

Desde LecturAdictiva damos las gracias Marian Rivas por la presentación.

4 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias! Me hace mucha ilusión que hayáis contado conmigo para este apartado.

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  2. Este libro quiero leerlo, me han hablando maravilla de él. Gracias por la presentación y desear más leerlo. Besos.

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  3. A este libro le tengo echado el ojo desde hace tiempo pero no acabo de decidirme. Me han hablado muy bien de el.

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  4. Hola!
    La presentación me ha encantado,me parece que este libro me puede gustar.
    Gracias por la presentación.
    Un beso :)

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