domingo, 21 de junio de 2015

El rincón del escritor: Menchu Garcerán nos presenta El palacio de invierno

Descubre lo que esconden los laberínticos sótanos de El Palacio de Invierno y recorre los pasadizos de un romance muy peligroso.
Cuando Mijaíl Ivanovich desaparece misteriosamente solo deja tras de sí dos indicaciones a su hermana Irina: que proteja un pendrive que contiene información de alto secreto y que contacte con su amigo Arnold Swartz, un atractivo diplomático británico.
Irina, que tiene una tranquila vida de profesora universitaria en San Petersburgo, acudirá desesperada en busca de Arnold, por el que se siente atraída desde que era apenas una adolescente. Y descubrirá, entre otras cosas, que la vida de Arnold está llena de intrigas, peligros y secretos.
A partir de ese momento sus vidas estarán amenazadas, lo que les obligará a mantenerse más unidos que nunca para poder encontrar a Mijaíl y esquivar a un poderoso enemigo que haría lo que hiciera falta por conseguir una información que pone en riesgo la seguridad internacional, por la que muchos países estarían dispuestos a pagar cualquier precio.



Introducción de la autora:

“El palacio de invierno” surgió como resultado de un viaje. Hace dos años visité el museo del Hermitage, sede del antiguo palacio de invierno de los zares rusos. Cuando caminaba por aquellos pasillos estrechos, llenos de escaleras y cargados de historia, me dije que sería un buen lugar para ambientar una historia. Y ahí empezó todo.



Los personajes nos hablan de la novela:

Привет! Рад тебя видеть. Soy Arnold Swartz y no, no me he vuelto loco, simplemente, estoy en San Petersburgo, Rusia y me defiendo bastante bien con el ruso. He venido de vacaciones y me he visto envuelto en un lío monumental. Yo solo quería descansar unos días en casa de mi amigo Nikolai, en su compañía y en la de Mijaíl, a quien conozco desde que era un adolescente. ¿Y qué me encuentro? A una sollozante Irina, que se lanza a mis brazos como tantas veces he imaginado. 
Irina es alta, rubia, de piel delicada y la estructura ósea de una bailarina. Desde que la conozco he sentido por ella una intensa atracción. Hasta ahora, he conseguido mantenerme al margen pero ahora, no hay escapatoria. La vida nos ha unido y tenemos que recorrerla juntos, por lo menos, hasta que solucionemos la desaparición de Mijaíl.

***

Mi nombre es Irina y desde que Mijaíl desapareció, mi vida se ha convertido en una montaña rusa y ese diplomático seductor al que he evitado durante años y del que no puedo separarme ahora, no ayuda mucho a mi estabilidad psicológica. Cuando me mira con sus penetrantes ojos negros, olvido todo lo que me rodea. 

Siempre he sospechado que la diplomacia era una tapadera para actividades mucho más peligrosas lo que le añadía más atractivo. No recuerdo el tiempo que llevo enamorada de él, sin duda el mismo que he conseguido evitarlo con la sana intención de no salir lastimada, al fin y al cabo ¿qué puede ver un hombre sofisticado como él en una sencilla profesora de ruso como yo? Pero ahora es diferente, algo ha cambiado en nuestra relación.



Una escena que abra el apetito:

“Una mujer rubia de grandes ojos azul verdoso le miraba con tal angustia que se le revolvió el estómago.
–¡Irina! ¿Qué haces aquí?
No era un saludo efusivo ni correcto, pero no esperaba encontrarse con ella el primer día de su estancia en la ciudad.
Ella no pareció advertir su brusquedad. Parecía a punto de explotar, de hecho, explotó. Hizo algo que nunca se habría imaginado que haría: rompió a llorar y se lanzó a sus brazos.
Lo imprevisto de su acción le dejó paralizado durante unos segundos, después, sus brazos rodearon aquel cuerpo agitado por los sollozos. La estrechó con firmeza y apoyó su barbilla sobre la cabeza femenina, sin saber muy bien cómo enfrentarse a aquel ataque emocional.
Cuando Irina sintió el abrazo, tomó conciencia de lo que acababa de hacer. Se había arrojado a los brazos del hombre que llevaba años esquivando. ¿Cómo había llegado hasta allí ella, que siempre tenía mucho cuidado con su comportamiento cuando se encontraba en su presencia? La amistad que lo unía a su hermano provocaba encuentros esporádicos. En la mayoría de ellos procuraba desaparecer pero había otros inevitables en los que un simple roce de sus manos o una intensa mirada de sus ojos azules, la ponían tan nerviosa que temía hacer algo inadecuado. Y ahora se encontraba bajo el cobijo de su cuerpo. Tenía que alegar en su defensa que estaba muy asustada por el correo que le había mandado su hermano y su posterior desaparición. Percibía el corazón de Arnold golpear con un ritmo más rápido del que consideraba normal, el suyo no iba mucho más acompasado.



Desde LecturAdictiva damos las gracias a Menchu Garcerán por la presentación.



3 comentarios:

  1. Lo estoy leyendo y estoy completamente enganchada. Conocí a Arnold en otras novelas de Menchu y ardía en deseos de conocer su historia. Fue como un flechazo. Y como tengo la inmensa suerte de tener línea directa con la autora, ella puede dar fe de la lata que le daba cada cierto tiempo y cuántas veces le hice la pregunta: "¿El próximo libro es el de Arnold?" Ahora que por fin lo tengo no quiero que se acabe. Es mi James Bond particular, con permiso del señor Brosnan. :D

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  2. gracias por la presentacion, estoy deseando leerlo, me habeis dejado intrigadisima

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