domingo, 17 de mayo de 2015

El rincón del escritor: Amber Lake nos presenta El amante sin rostro

Ficha del libro
Para Regina, encargada del consultorio psicológico-sentimental en una revista del corazón, sus
aspiraciones literarias se le quedaban cortas con las escasas mil palabras semanales, por lo que
decide dar rienda suelta a su imaginación escribiendo un libro.
La carta de una lectora le sugiere el argumento para la novela: tratará sobre las relaciones
sadomasoquistas; tema que, además, está de rabiosa actualidad.
Con el fin de inspirarse y de dotarlo de la mayor veracidad posible, se adentra en ese mundillo,
donde espera conseguir información y experiencias de primera mano. Pero se impone unos
límites: conservar el anonimato y no pasar de los chats temáticos o las relaciones a distancia al
“vivo y en directo”.
Claro que aún no había conocido al encantador y misterioso Roy, con el que decide saltarse su
norma de “nada de sesiones reales.

Introducción de la autora:

Un saludo a los seguidores del blog LecturAdictiva. En esta ocasión vengo a presentaros mi última novela, El amante sin rostro

El amante sin rostro es una historia romántica, divertida y con una mayor carga de sensualidad que mis anteriores obras. Aun así, no la considero una novela erótica, la calificaría de “comedia romántica-sensual”. De todas formas, es el lector el que debe calificarla porque la percepción del erotismo es diferente en cada persona. 


Los personajes nos hablan de la novela:

Regina: Hola, soy Regina. Acabo de cumplir los treinta años, estoy feliz en mi soltería después de varias relaciones fracasadas, soy periodista, trabajo de redactora en una revista femenina y aprendiz de escritora en mis ratos libres. 
Esa soy yo… y luego está Queen, el nick tras el que me oculto en los sadochat. Allí soy un ama fría y exigente. ¿Y qué hago en esos sitios?, os estaréis preguntando. En un principio fue solo un trabajo de documentación para la novela que quería escribir, pero acabó siendo una verdadera adicción en cuanto apareció él, el hombre más seductor, divertido e interesante que he conocido en mi vida. También el más exasperante, cabezota y perverso, y tiene como único objetivo el acabar con mi salud mental. Porque ¿a qué viene tanto misterio y ese empeño en que no le vea el rostro? Con ello está consiguiendo que se me ocurran ideas muy descabelladas, lo que no impide que ande babeando como una tonta detrás de él (espero que no lea esto porque bastante creído se lo tiene). ¿Dónde ha quedado el ama despiadada que pretendía ser?
Un consejo a los escritores: eso de documentarse a fondo y escribir sobre lo que se ha vivido está muy bien, pero sin pasarse o las consecuencias pueden ser impredecibles, principalmente cuando el tema de tu novela es tan… digamos… poco usual. Si llego a saber que me estaba metiendo en este embrollo, lo hubiese dejado antes de empezar… aun a riesgo de no haberle conocido.  

***
Roy: Perdonadme que no me presente como debería ni os cuente nada sobre mí, pero Queen podría enterarse y no quiero desvelar nada… aún. 
Me conoceréis como Roy, el nombre de un personaje de Blade Runner, mi película favorita, y que cogí prestado para darme a conocer en BDSMlive, el chat donde la conocí. 
Ya sé que todo esto suena muy misterioso, pero es necesario ya que mi intención es que ella me vaya descubriendo poco a poco. En estos lugares, en los que todo el mundo miente, yo quiero ser sincero aunque en un principio no diga toda la verdad. Solo os diré que soy paciente, imaginativo, perseverante y que desde el primer momento comprendí que podía ser la mujer de mi vida; y en eso estoy. 
Ella también es reservada, y algo mentirosilla. Hace gala de una gran experiencia como dominante y no es cierto; ¿en qué otras cosas me está mintiendo? Es impulsiva, lo que me encanta, y bastante impaciente (eso ya no me gusta tanto). Es obvio que no ha tenido buenas experiencias con sus parejas, lo que la ha convertido en una mujer muy desconfiada. Yo le estoy mostrando que hay muchas formas de disfrutar del sexo y el placer que le puede proporcionar si consiente en descubrirlas.
Confieso que me gusta excitarla, jugar con ella, llevarla al límite… Si eso es ser perverso, como me acusa, puede que lo sea un poco. Lo que pretendo es que aprenda a explorar su sexualidad, a expresar sus deseos y necesidades sin avergonzarse de ello y, sobre todo, que llegue a confiar en mí y a aceptarme como soy. ¿Lo conseguiré?

Una escena que abra el apetito:

—¿Por qué no quieres que nos veamos? ¿Qué escondes?
—No estás preparada aún, Queen. Cuando lo estés, nos reuniremos. 
—¿Y qué necesito? Con desearlo es suficiente, creo yo. 
—No. Esta relación no es la de dos simples amigos que se citan para tomar una copa, ni siquiera la de dos amantes que se reúnen para mantener una relación sexual. Es algo más. Algo a lo que no hemos llegado: confianza, al menos por tu parte. ¿Estarías dispuesta a reunirte conmigo con la condición de que no me verías?  
Sonaba raro pero, si esa era la única forma, pues adelante. Así tendría alguna oportunidad de descubrir lo que ocultaba.
—¿Y qué vamos a hacer? ¿Charlar a través de una puerta o algo así? 
—Si estás dispuesta a ello, yo te iré guiando; siempre que aceptes mis términos y prometas cumplirlos. ¿Estás de acuerdo?
—Sí —respondí sin apenas pensarlo.
—Dame tu número de teléfono.
¡¡Sííííí!! Al fin podría oír su voz. Lo tecleé imaginando que me llamaría de inmediato.
—¿Dime qué día puedes disponer de un par de horas libres? 
—Todas las tarde a partir de las seis y los fines de semana —contesté ilusionada e intrigada a partes iguales.
—Está bien. Espera mi llamada cualquier tarde. Te iré dando instrucciones. Un beso. Que tengas lindos sueños.
¿Y ya está? ¿Nada de llamada para oír su voz? ¡Sería…!

 Desde LecturAdictiva damos las gracias a Amber Lake por la presentación.


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