domingo, 19 de abril de 2015

El rincón del escritor: Marisa Grey nos presenta Me llaman Alice

Ficha del libro
Una novela de suspense romántico en la tradición de Nora Roberts y Judith McNaught.

La autora de Cadena de favores –finalista del III Premio Vergara-El Rincón de la Novela Romántica–  sorprende a las lectoras con un thriller cuya lectura quita el aliento.


«Me llamo Alice, y aquí os cuento mi historia. Mi vida no ha sido sencilla ni agradable. Quiero olvidar el pasado, en especial una noche de tormenta en la que me arrebataron mi inocencia y mis sueños. Ahora tengo una oportunidad de volver a empezar, y para ello me veo obligada a mentir. A eso se reduce mi futuro.


He conocido a un hombre maravilloso, sensible y hogareño; pero él me hace preguntas y se niega a aceptar mis silencios como respuesta. Tengo dos opciones: seguir ocultando la verdad, lo que me llevará a perderlo; o confesar, en cuyo caso también lo perderé. Por desgracia, me estoy quedando sin tiempo.»



Jackson se siente satisfecho con su apacible vida en el campo junto a sus tres hijos. Dirige el negocio familiar, un pequeño rancho donde cría caballos. Un día aparece una mujer que sacude todas sus convicciones. Se enamorará de sus contrastes: de su fragilidad y su fuerza, de sus sonrisas y sus silencios; sin embargo, cuanto más trata de acercarse, más se aleja ella. ¿Qué oculta Alice tras esa mirada que tanto le atrae?




Los personajes nos hablan de la novela:

Me llamo Alice y me gustaría empezar presentándome con una pregunta: ¿Realmente podemos asegurar que conocemos a las personas que nos rodean, sobre todo cuando aparecen de pronto en nuestras vidas? Yo soy la prueba de que esa duda es razonable. Sé que soy ambigua, la gente cree que soy frágil, pero ignoran que me adapto a todo. Muy joven aprendí a sortear los obstáculos que se me presentaban, y me he enfrentado a unos cuantos. Llevo demasiado tiempo luchando sola, no sé pedir ayuda y frente a una realidad que me aterra he basado mi futuro en una mentira.  Cuando más vulnerable me sentía, tomé una decisión muy temeraria, quizá egoísta, sin pensar en las consecuencias de mis actos. Por mi audacia, podría arrastrar a todos los que me rodean. Y no son pocos. 

He conocido a una familia adorable que me ha acogido con los brazos abiertos. Está la tía Juliette, una mujer muy maternal que cuida de todos nosotros. Los hijos de Jackson son traviesos, divertidos y despiertan en mi emociones que me sorprenden. Y el abuelo, ¿qué puedo decir de ese viejo trasto? Pues que me entiende mejor que nadie sin hacer preguntas, lo que le lleva a enfrentarse a su nieto Jackson. 

Jackson… Ojalá pudiera contarle la verdad, dejarme llevar por lo que siento por él, pero temo su reacción, que la ternura que veo en su mirada se convierta en desprecio. Me siento entre la espada y la pared, me he enamorado de un hombre que se me antoja maravilloso, sin embargo no tenemos ningún futuro; sé que él quiere averiguar más de mí, sin saber que la verdad es la única cosa que nos separará definitivamente. 

***

Me llamo Jackson y ante todo confieso que soy un hombre corriente, un padre de familia; toda una familia depende de mí, son mi prioridad. Pero la presencia de Alice ha trastocado todo lo daba por sentado. Me siento en la obligación de protegerla porque está sola y al mismo tiempo me siento atraído por ella, a sabiendas que no puedo acercarme. Lo que más me preocupa es que sé que Alice se escuda detrás del silencio. ¿Qué me oculta esa mujer de los mil secretos? Ojalá pudiera llegar a ese lugar en su corazón que oculta lo que la atormenta. 
Por mucho que intente hablaros de Alice, solo me quedaría en la superficie, le corresponde a ella desvelar sus secretos… Yo solo os puedo confesar que me ha robado la cordura, por ella estaría dispuesto a todo, pero para ello Alice debe aprender a confiar en mí. Mi temor es si estaré a la altura.  

Una escena que abra el apetito:

«—¿Llegaré a conocerte algún día? A veces me parece ver tu interior, pero es como si hubiese varias versiones de Alice; la que se ríe feliz con mi familia, la mujer de la mirada perdida, la que llora en silencio, la que me vuelve loco…
Contempló el reflejo del rostro de Alice en la ventana y vio que tenía un lado oscuro en la sombra, el otro se veía con nitidez a la luz plateada de la luna. Era una imagen inquietante y a la vez tan propia de ella que se le encogió el corazón al pensar en todo lo que ella ocultaba, secretos que no compartía con nadie y suponía una carga abrumadora. La obligó a darse la vuelta y se zambulló en aquellos ojos que hablaban de un llanto contenido.»


Desde LecturAdictiva damos las gracias a Marisa Grey por la presentación.


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