domingo, 7 de diciembre de 2014

El rincón del escritor: Jud Baltimore nos presenta Atrapada en la realidad

Ficha del libro
Carla es una joven madre soltera que emigra a España con sus padres, aunque por cuestiones laborales acaba trabajando y viviendo en Canadá, país en el cual conocerá el amor y la felicidad, pero también, las desdichas.
Sean, un profesor de teatro convertido en representante de una estrella emergente del celuloide a quien el amor lo llevará a cometer los actos más bondadosos.
Rick, un joven y exitoso actor de Hollywood que verá como su carrera corre peligro por enamorarse más de la cuenta. Un hombre dulce y romántica que perderá la cabeza por el amor de su vida.
Una historia de amor idílica e imposible, donde nadie es quien parece ser y el amor se puede convertir en el sentimiento más horrendo. ¿Cómo acabará? ¿Podrá cada uno encontrar su camino a la felicidad?




Los personajes nos hablan de la novela:

Hola, mi nombre es Sean Burns y soy un profesor de teatro convertido en representante de actores. Actualmente vivo en un sitio que prefiero no contaros, ya entenderéis el motivo. Solo os voy a decir que estoy aquí por culpa de Carla, una mujer a la que amo con todo mí ser y por la cual he decidido estar donde estoy.
¿Qué os puedo decir de ella? Es una persona con las cosas muy claras, sabe lo que quiere, cuándo y cómo. Su vida ha ido demasiado deprisa y eso la ha hecho madurar de una manera poco común a su edad. Tiene una niña a la que he querido como a mi propia hija.
Físicamente es realmente atractiva, aunque podría decirse que es una chica normal, para mí no lo es en absoluto. Sus ojos verdes le dan un tierno aire felino y su larga melena oscura enmarca una cara dulce y perfecta. Tiene un carácter bastante complicado debido a lo claras que tiene las cosas.

Sin duda alguna, el mejor día que pasamos juntos fue aquel en el que decidimos hacer el viaje a Canadá, aunque podría decirse que también ha sido el peor, pues ese hecho ha desatado una cadena de acontecimientos de lo más variopintos. Pero un momento destacable es cuando vio el Volvo plateado con el que la esperaba, jamás podré olvidar su cara de sorpresa, la manera en la que sus traviesos ojos se iluminaron fue una auténtica maravilla.

―Bueno, Sean, ¡calla! Ya has hablado suficiente.

―¡Qué raro, tú metiéndote dónde nadie te llama!

―Hola, chicas. Yo soy Rick y os voy a pedir que no creáis nada de lo que Sean os diga, es un embaucador y no está muy bien de la cabeza. Nos ha hecho la vida imposible.

―¡Sí, claro! ¿Y tú? Tú sí que nos has fastidiado la vida a base de bien, chaval.

―Este tío es insoportable. En fin…

Os habla Rick, soy más joven que este “señor”, pero lo suficientemente hombre como para hacer lo que haga falta por la mujer que amo. Soy un actor de Hollywood de gran nivel y con una cantidad de trabajo apabullante gracias al prestigio que me he labrado en mi corta pero intensa carrera.
Carla es una mujer adorable, sencilla, sincera, humilde, sin dobleces ni engaños. Pero es demasiado hermosa e ingenua como para entender ciertas cosas.
¿Mi mejor recuerdo? Aquél día cuando entré al despacho de Adrianna y la vi por primera vez. ¡Dios! Ese día el corazón me latía tan fuerte que apenas oía una palabra de lo que me decían. Y bueno, nuestros encuentros en la cama han sido más que memorables…

―No es de caballero contar esas cosas. Eres un niño.

―Cállate, abuelete.

―Callaros los dos de una vez. De verdad, estoy harta de oíros discutir como a dos niños que se pelean por un juguete; ni soy un objeto ni mucho menos soy de la propiedad de nadie.

Soy Carla, una joven madre soltera, actriz de teatro y recién estrenada actriz de Hollywood. Mi ida era muy tranquila hasta que Sean me consiguió trabajo en Canadá. Cada vez que lo pienso, me arrepiento de muchas de las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida.
Sean era mi profesor de teatro, luego fue mi representante y luego mi pareja, pero claro, yo no contaba con conocer al hombre de mis sueños y mucho menos en que Sean fuese diferente a lo que yo creía que era. Es tan guapo y atractivo, con la cabeza muy bien amueblada  y una vida estable. Siempre viste de traje, de marca y de manera formal. En cambio, Rick es lo opuesto: suele ir desaliñado, parece despeinado y en ocasiones, hasta se lo podría confundir con un indigente en vez de con uno de los actores más atractivos y mejor pagados. A veces actúa como un niño pequeño, pero es una persona muy dulce, sensible y siempre esta cuando lo necesito.
El momento más bonito que viví con Rick fue cuando empezamos a hablar de nosotros mirando al futuro, de formar una familia y envejecer juntos. Con Sean recuerdo cuando me ofreció lo de Canadá, solo con la emoción que él le ponía ya a mí me daban ganas de saltar al vacío si me lo pedía.

Una escena que abra el apetito:

Se acercaron para despedirse y sin querer, se rozaron la mitad de los labios. 

Ella jadeó de sorpresa y él dejó que su frente se pegara a la de aquella avergonzada mujer. La miró con los ojos entrecerrados, esperando a que abriera los suyos y dijera algo. La reacción apareció a modo de una mano en el pecho que lo apartó con suavidad.

Sus miradas por fin se encontraron; la de él ardía en deseos de besarla y la de ella no decía nada, estaba vacía y perdida en algún sitio al que Rick no podía alcanzarla.

Volvió a acercarse, ella puso su mano en el pecho de él, pero éste avanzó, haciendo caso omiso, pegó sus finos labios a los de ella y acarició su rostro con ternura. Se apartó y cogió una de sus manos. Ella no decía nada, solo lo miraba embelesada e incrédula y muy precavida. Él dejó caer su mano.

—Hasta mañana; que descanses —dijo él y se marchó.

Se quedó petrificada en la puerta unos cuantos minutos hasta que por fin recobró el dominio de su cuerpo. Se puso el pijama, tomó un vaso de leche y se fue a la cama que sus padres le habían preparado. Teniendo mucho en que pensar, no lograba conciliar el sueño. En su mente permanecían las palabras que Rick le había dicho sobre su relación con Sean, pero sobre todo aquel beso le estaba quitando la capacidad de pensar de manera racional. No entendía porque la había besado. Él tenía novia y se suponía que la quería, además de que en unos días Emme estaría en Vancouver .Carla creía en la absoluta improbabilidad de que un hombre como Rick se fijara en alguien como ella.

Desde LecturAdictiva damos las gracias a Jud Baltimore por la presentación.





3 comentarios:

  1. Gracias por contar conmigo para este rincón. Me divertí muchísimo con esta manera tan divertida de presentar la novela.
    Besazo mil y gracias por tanto.

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