miércoles, 3 de diciembre de 2014

La suma de todos los besos, Julia Quinn



La suma de todos los besos, Julia Quinn

Editorial: Titania / 03 noviembre 2014 ISBN: 9788492916726 Papel:  17,00€ Páginas: 320
Editorial: Titania / 03 noviembre 2014 ISBN: 9788499447698 Ebook:   5,99€ Páginas: 320
Género: Histórico
Serie: 3º C
uarteto Smythe-Smith

Después de un duelo de funestas consecuencias entre dos amigos, Daniel Smythe-Smith debe huir de Londres y su rival, Hugh Prentice, queda lisiado para siempre. Daniel, reivindicado, ha podido regresar, pero Hugh, un brillante matemático, se ha convertido en un hombre amargado con escasa paciencia para los superfluos rituales de la alta sociedad y con ninguna esperanza de poder cortejar a una de las damas de alcurnia que antes lo rodeaban. Mucho menos a lady Sarah Pleinsworth, la irritante y autoritaria mujer encargada de cuidarlo. Por si esto fuera poco, Sarah pertenece a la familia de Daniel, y considera que Hugh es culpable de muchas de las tragedias desencadenadas por el fatídico duelo. Cuando Sarah y Hugh están juntos son como el agua y el aceite. Pero poco a poco, las chispas de odio y resentimiento que surgen entre ellos van dando lugar a una atracción cada vez más profunda, a la que ninguno de los dos puede oponerse.

Ficha del libro






Vamos a retroceder en el tiempo y recordar los hechos acaecidos aquella fatídica mañana de la primavera de 1821. Cuatro jóvenes dandis, bastante ebrios hay que decirlo, juegan a las cartas en un club de caballeros. La noche ha sido larga, alcohol, mujeres, y naipes y todos están achispados y superexcitados. En la mesa Marcus Holroyd el joven conde de Chatteris, Daniel Smythe-Smith nuevo conde de Winstead, Charles Dunwoody y Hugh Prentice, segundo hijo del marqués de Ramsgate.
 
Hugh Prentice es un genio con los números. Capaz de hacer enormes operaciones aritméticas de cabeza, su memoria excelente es idónea para un jugador. Es capaz de recordar las cartas de la partida e incluso el orden de su aparición. Por ello nunca pierde a las cartas. Hasta esa noche. En medio de la borrachera y de la excitación de la velada, Hugh acusa a Daniel Smythe-Smith de hacer trampas. Una cosa lleva a la otra y todos acaban al amanecer en un duelo a pistolas. 

 
Hugh es un excelente tirador, nunca tuvo la intención de disparar a su amigo, el honor le obliga a disparar al aire, sin embargo un suceso lo asusta y la bala se incrusta en el hombro  de Daniel. Para Smythe-Smith es todo lo contrario, es un tirador pésimo y tampoco tiene intención de acertar a su amigo, apunta a la derecha pero la bala impacta contra la pierna de Hugh, destrozando el fémur, desgarrando el músculo y seccionando una arteria.

Para cuando Hugh se recupera de su convalecencia descubre que su padre ha puesto precio a la cabeza de su amigo y que éste ha abandonado el país hacia paradero desconocido.

 
Hugh es un personaje complejo. Es un genio de las matemáticas, cuando las cosas a su alrededor se tuercen Hugh cuenta cosas. Se abstrae de un mundo desagradable entre los números. Sabe desde el primer momento que todo lo sucedido aquel amanecer era responsabilidad suya. El acusó a Daniel entre los vapores del alcohol. El exigió el duelo y el disparó primero. No puede consentir que su amigo destruya su vida por algo de lo que él es el único culpable. 

 
No todo es un lecho de rosas para Hugh. Su pierna ha quedado destrozada, cojea y sufre un tormento de dolor cada día de su vida. Hugh lo soporta con valentía, en cierta manera considera que ese es su castigo por lo que hizo, como también soporta el escarnio social, o las crueles palabras de Sarah cada vez que se encuentran. Es su modo de hacer penitencia.

Como segundo hijo del marqués de Ramsgate, Hugh sabe que no tiene demasiado valor como heredero. Pero tiene mucho valor para su padre y no precisamente amoroso. Debido a la homosexualidad de su primogénito, Ramsgate sabe que hay pocas posibilidades de que el mayor se case, de manera que todas sus esperanzas de conseguir su preciado heredero al título recaen en Hugh. La posibilidad que la bala que Daniel le disparó haya podido dejarlo algo más que tullido de la pierna, vuelve loco al marqués, que no duda en contratar sicarios para que sigan a Daniel al continente y lo maten.

 
Para salvar a su amigo de la locura de su padre, Hugh no tiene otro medio que sacrificarse a sí mismo, por lo tanto hace un pacto con su padre, aunque mejor le hubiera ido vendiendo su alma a Satanás.

 
Lady Sarah me ha desagradado un poco. En las novelas anteriores de la saga no la describen tan intransigente. Es una malcriada que cree que todo gira a su alrededor, no valora el dolor de Hugh sino es en lo que le afecta a ella misma.

 
Sarah es una de las primas Smythe-Smith. A las lectoras de los libros de Julia Quinn seguro que el nombre les suena. ¿Quién no ha leído cualquier novela en la que la protagonista de turno asiste a una velada musical protagonizada por un cuarteto de primas que tocan poco menos que horrorosamente? Si, son ellas. Entre la tradición de los Smythe-Smith está el hecho de que sólo las solteras tocan en el infame cuarteto. A excepción de una o dos de las primas, todas las demás saben que no tienen oído ni talento para la música y hacen cualquier cosa para no participar en las veladas que organizan sus madres. Aunque saben que la única manera de no participar en ellas es casándose.

 
La primavera que Sarah Pleinsworth de segundo apellido Smyth-Smith hace su presentación en sociedad, Hugh Prentice y su primo Daniel se baten en duelo, Daniel huye del país y en medio del escándalo que se organiza, la familia se recluye en el campo esperando que las aguas vuelvan a su cauce y se acallen los rumores. 

 
Para Sarah eso significa perderse la temporada, y la posibilidad de que un apuesto caballero pida su mano en matrimonio y pueda abandonar el infame cuarteto. Y no deja de recriminar una y otra vez lo mismo a Hugh cuando lo conoce, incluso cuando Daniel ya lo ha perdonado. 

 
Como digo la nota emotiva está a cargo de Hugh, de su dolor, de las experiencias de su vida. De los recuerdos de su niñez, de la crueldad de su padre, y del poco valor que tiene su vida. Sin embargo es un hombre con un gran sentido del humor. Y de una gran paciencia. Es capaz de viajar en un carruaje cerrado con tres niñas enloquecedoras y disfrutar de la conversación.

 
No puedo dejar de comentar el final de la novela. A pesar del carácter de la protagonista femenina (si, al final mejora, se vuelve tierna y cariñosa) La novela me ha encantado. El desarrollo del romance, los diálogos entre las primas (desquiciantemente hilarantes e ilógicos), la trama, la aparición del resto de los protagonistas de los otros libros, todo, todo me ha gustado….pero el final…  es muy extraño y me ha dejado una sensación de insatisfacción.

 
Sin embargo como digo, la novela es bonita, entretenida, simpática y muy emotiva. El premio se lo lleva Hugh, en mi opinión uno de los protagonistas mejor desarrollados de esta autora.

 
Para terminar agradecer a la editorial Titania la oportunidad de leer y reseñar este libro, gracias.

 
Valoración: 7
  
Mary Jo 

5 comentarios:

  1. Que portada más.. peculiar le han puesto o.o

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  2. Tenía ganas de leerlo, ahora más. Gracias por la crítica!
    Y sí, la portada...

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  3. gracias por la critica, estoy deseando leerlo, me encanta esta autora y despues de tu critica aun mas.

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  4. Me gusta esta autora. Lo pongo en lista.

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  5. Es uno de los que estoy leyendo ahora, me queda poco para el final y me tiene intrigada. Estoy de acuerdo contigo que el punto fuerte de la novela es Hugh, el protagonista masculino, y los secundarios dan una frescura a la historia que la hace dulce a la vez que divertida, lo que valoro mucho en una novela romántica. Soy fan de Julia Quinn y, aunque no es una de sus mejores novelas, la recomiendo. Gracias por la crítica!

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