viernes, 28 de febrero de 2014

La bahía de la luna verde, Isabel Beto






 
La bahía de la luna verde, Isabel Beto

Editorial: B de Bolsillo / 8 enero 2014    ISBN: 9788498729221 Bolsillo: 6,95€ Páginas: 464
Editorial: Ediciones B / 28 febrero 2013 ISBN: 9788466652124 Trade: 18.00€ Páginas: 464
Género: Sentimental
Serie: Independiente

Berlín, 1896. Amely se derrumba al saber que su padre quiere casarla con Kilian, uno de los barones del caucho más ricos de Brasil. Adivina al instante que es una moneda de cambio para sus negocios, y emprende, desconsolada, la travesía en barco hacia su nueva vida.

A su llegada, se deja maravillar por los lujos y el exotismo compartidos con su excéntrico marido. Pero pronto el matrimonio se tambalea, el caucho arrasa la vida en el Amazonas, y Amely decide por fin abandonar su felicidad impostada.




Adoro las novelas landscape. Este género, que la autora Sarah Lark puso de moda en España con su trilogía de En el País de la Nube Blanca, es uno de mis favoritos en narrativa. ¿Por qué? simplemente, porque lo tiene todo. Amor, aventuras, historia... y todo se desarrolla en un escenario exótico.
En el caso de esta novela, Isabel Beto ha escogido el Brasil del siglo XIX para relatar las idas y venidas de nuestra protagonista.

Amely es una muchacha candorosa, ávida de emociones fuertes, que reside con su padre en Alemania, donde tiene una dulce relación sentimental con Julius, un empleado de su progenitor.
Todo parece ir sobre ruedas, hasta que a su tutor se le ocurre la idea de casarla con Kilian Wittstock, un alemán que reside en plena selva y que se ha enriquecido gracias a la fiebre del caucho.

Amely, muy a su pesar, se ve obligada a aceptar su nueva situación y emprende un largo viaje en barco hacia Brasil para casarse con su prometido, un hombre mucho mayor que ella y al que solo vio en una ocasión, cuando aún era muy niña. Nuestra heroína se trasladará a Manaos en compañía de su doncella Barbel, y al llegar, se encontrará con múltiples sorpresas, entre ellas un enigmático capataz del que, irremediablemente, quedará prendada desde que lo ve por primera vez.

Su esposo se casa con ella en segundas nupcias, y tiene tres hijos de su matrimonio anterior, dos de los cuales murieron de niños (uno por unas fiebres y el otro asesinado por los indios, según cuenta la servidumbre), y el tercero recién fallece por la mordedura de una cobra en cuanto Amely pisa el puerto. Kilian es un hombre excéntrico y muy dado a los excesos, y la chica pronto descubre que su matrimonio con él distará mucho de ser idílico, y se refugiará en su violín y en las cartas que recibe de su padre y de Julius desde Berlín. Quedará fascinada por el país y los frondosos paisajes que la rodean, y a pesar de su sufrimiento personal, tratará de salir adelante.

Hasta aquí había sido una lectura muy agradable, un poco predecible, pero entonces... llega el batacazo. Un giro inesperado en la historia que hará que me quede literalmente con la boca abierta y permanezca pegada al libro hasta finalizarlo, deseosa de saber más y, sobre todo, anhelando saber cómo narices la autora deshará el embrollo en el que ha metido a nuestra prota de la noche a la mañana, sin comerlo ni beberlo.
¿Quién tiene la culpa de todo el follón? Un indígena llamado Aymaho. Un hombre formidable. Un guerrero tenaz y temerario, cuya única meta es... asesinar a Kilian.

Nada más conocer a Aymaho, me lo imaginé como un dios pagano de las religiones ancestrales, y me pregunté qué relevancia tenía en la historia. Os aviso de antemano que tendrá mucha. Muchísima. No puedo revelar más, puesto que entonces os estropearía la sorpresa. Solo puedo adelantar que Amely descubrirá un secreto tremendo cuando conozca a Aymaho, y que, por circunstancias varias, será raptada por los indios y conocerá una cultura completamente opuesta a la suya, a la que aprenderá a respetar... y a amar.

Isabel Beto lo ha bordado. Aún estoy eufórica con esta lectura tan espectacular, a pesar de haber terminado el libro hace ya unos cuantos días. Sus descripciones de la selva virgen te hacen ser capaz hasta de oler el rocío que se desliza entre las hojas de los árboles. Esta novela me ha llegado muy dentro no solo por su bellísima historia, sino porque esta se desarrolla en mi país de nacimiento, y muchas de las anécdotas que la autora nos cuenta ya las conocía, y me he emocionado con su mención a la belleza de un Amazonas vivo y colorido, de culturas y tribus desconocidas, de ficus y lianas gigantes, de guacamayos cuyo plumaje se asemeja al arco iris, de amaneceres inigualables, de orquídeas de tonos que jamás se han visto, de anacondas enormes capaces de engullir a un hombre en un abrir y cerrar de ojos... y me ha encantado que haya aprovechado también para denunciar los abusos contra negros e indígenas durante la fiebre del caucho, donde miles de nativos murieron asesinados, siendo maltratados de las maneras más terribles e inhumanas.

Y luego... está la grandiosa historia de amor que adorna esta aventura. Una historia de traición y venganza, donde una pasión prohibida e irrefrenable devolverá las ganas de vivir a Amely, pero también la hará sufrir lo indecible. Os dejo una de mis escenas favoritas para que vayáis abriendo boca:

 
"Él la sostenía con una mano y la apretaba al mismo tiempo contra una corteza áspera; con la otra agarró la nuca de ella y atrajo su rostro al suyo.
Ella aspiró profundamente el aroma de él. Ella era tan solo sensación. Él, solo piel, músculos, ascuas y respiración depredadora. La pelvis de él la golpeaba, sus dedos perforaban como garras en la carne de ella. Embestida a embestida la fue sacando de su cuerpo humano, la convertía en un ser que vivía tan solo para ese éxtasis.
Amely gritó... Y mientras en ella morían las oleadas de placer abrió levemente los párpados. Vio su propio interior: ardiente, perforado por rayos de luz..."


Mi enhorabuena a Isabel por el gran trabajo de documentación que ha realizado, y por la tremenda novela que nos ha otorgado. Una delicia para los sentidos, con un romance fantástico que pone la piel de gallina.

Ha sido un placer, y una suerte, conocer la pluma de esta autora. Con historias así, siempre faltan estrellas a la hora de puntuarlas.


Miranda Kellaway

 

1 comentario:

  1. La tengo en pendientes. Me ha dado por este tipo de novelas ultimamente y me alegra saber que cuando me compre el libro no falle en la eleccion ^^

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